14.3.07

(Ninguno) (Claudia Vieli)

Dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
Dice que tiene miedo de la muerte del amor
Dice que el amor es muerte es miedo
Dice que la muerte es miedo es amor
Dice que no sabe
(A Laure Bataillon) - Alejandra Pizarnik.

Las ruinas de mi casa se asemejan a mi cuerpo. Las paredes se caen solas porque
mantenerse en pie no es vida, el oscuro pasillo es tan húmedo como mis entrañas, quietas...
La soledad de la casa, me sugiere tristemente un llanto y mis ojos son vidrios empañados del invierno.
La casa es el ser petrificado de mi alma.

Que grande se hace una cocina, cuando la espera recién comienza.
Que ahogo tan grande, para un cuerpo sediento de esperar.
Y piensa...
Y mira...
Y nada...
Los nervios no ceden, la canción no tranquiliza, solo resuenan en las paredes inmensas que rodean el cuerpo muerto de angustia, que no entiende porque seguir ahí.

La carne que cubre los huesos, como un abrigo único, tiene frío. Buscó calor en abrigos equivocados y lo rasgaron hasta transformarlo en jirones del tiempo. Ahora esta en ventas en ferias sucias y sus hilos gotean sangre por $ 0.50.

Habiéndolo clavado, desnudos a los postes de colores.
(El Barco ebrio) - Rimbaud

Dos circunferencias perfectasirradiando luz en los ojos del animal ciego que me escolta.
La falta del ser que ilumina mi existencia en ese sueño oscuro.
Las niñas más bellas ahogadas en mi conciencia.
El liquido saliendo de la boca, expulsando todo...
El desinterés que le damos a la gota que fluye contra el vidrio...humedad, sacada con rabiade muelas apretadas que duelen.
Maldigo la hora...

No más inercia bajo el sol
no mas sangre anonadada
no mas formar fila para morir.
- Alejandra Pizarnik

Pesadumbre de sueño y ojos que no quieren cerrarse.
El temor del inconsciente sueño, repetitivo miedo que asecha en algún lugar del pensamiento infante restringido.
No quiero soñar conmigo!, la niña que suplica apretando el pecho con sus manos, después de ser rescatada del fondo del agua y llora.
Seguiré forzando mi estado de lucidez, para no caer en tu estado inconsciente.

¿Que puedo hacer para revivir al poeta dormido por tanta estupidez?
Tal vez, correr por la noche y abrazarlo con versos, darle insomnio para revivir la realidad de su poesía.
¿Y si no puedo?, me alejo, para de vez en cuado darme vuelta y observar con impotencia la triste imagen de ojos y corazón cerrados consumidos por lo superfluo...
Sin señales para mi ataque de besos extasiosos, escribo viendo consumirse el cigarrillo desesperado por sus labios.
Puteo mi dolencia, me arranco los ojos, me pinto de carmín las manos y pienso que no me quiere en sus sueños...
Por eso lo entierro cuando el alba me invita a pasar a la cama.

Tendrá nuestro lecho ligeros olores,
divanes profundos como sepulturas.
(La muerte de los amantes)
- Ch. Baudelaire

Pero ahora
por qué te busco, noche,
por qué duermo con tus muertos.
- Alejandra Pizarnik

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